¿Merece la pena ir de montería? Pros y contras para los cazadores
La montería es una de las modalidades de caza mayor más emblemáticas y ampliamente practicadas en España y otros países. La montería es una tradición cinegética donde cazadores también llamados monteros, postores y perreros aúnan esfuerzos para montear una mancha y sacar las reses produciéndose numerosos y apasionantes lances de caza. Sin embargo, con el aumento de otras modalidades de caza, como el rececho y la espera, surge la pregunta: ¿merece la pena ir de montería?
En este artículo analizaremos los pros y contras más importantes de la montería en comparación con otras modalidades donde consideraremos aspectos tan importantes como el económico, resultados, logística para que puedas sacar tus propias conclusiones.


Pros de la montería
1. Emoción y adrenalina
La montería es conocida por los emocionantes lances que se viven. La caza en grupo, con amigos y compañeros sumado a la palpitante emoción de sentir una ladra o un gran jabalí rompiendo monte marcan el ADN montero. Otras circunstancias como agarres o el simple toque de caracola aseguran una jornada emocionante.
2. Oportunidad de abatir más piezas
A diferencia del rececho o de las esperas, donde solo se suele cazar una única pieza, en la montería es posible abatir varias presas en una sola jornada. La cantidad de animales en la zona así como el bueno trabajo de organizadores y perreros incrementan las posibilidades de éxito.
3. Tradición y compañerismo
Participar en una montería no es solo cazar, sino también disfrutar del entorno, la comida y la convivencia con otros cazadores. Es una modalidad que fomenta el compañerismo y la celebración de la cultura cinegética. La montería siempre empieza con el típico desayuno montero en grupo y termina con la junta de carnes donde se reviven los lances acontecidos.
Contras de la montería
1. Coste elevado
El principal inconveniente que puede tener la montería es su precio. Participar en una montería organizada puede costar entre desde los 100 euros en adelante llegándose a pagar cantidades desorbitadas dependiendo de la organizadora, la finca, número de puestos, cupo y calidad de animales. Por otra parte, en fincas abiertas generalmente no se puede garantizar el éxito de la jornada por lo que habrá cazadores que ni verán reses en el monte.
2. Dependencia de factores externos
En la montería, existen una serie de factores condicionantes para su buen desarrollo como la climatología. En jornadas con niebla no se podrá cazar, si aún sigue haciendo mucho calor los encames de las solanas estarán vacíos y los perros se fatigarán antes. Las jornadas de viento no dejarán escuchar lo que acontece en el monte y los animales serán más reacios a abandonar sus encames.
3. Ética de la montería
Tradicionalmente la montería se entendió como una modalidad de caza que permitía regular las poblaciones de animales, siempre se hacían fincas abiertas, el éxito nunca estuvo garantizado y gran parte de éste era consecuencia del buen trabajo de perreros y perros. Además suponía una fuente de ingresos y trabajo para las gentes de la zona. Hoy día el panorama es totalmente distinto, orgánicas aseguran un número de reses antes de que la montería empiece llegando incluso a asegurar un número de reses homologables… Realmente la montería se ha convertido para algunos en un negocio muy lucrativo donde cercones y granjas producen venados con infinitas puntas, muflones con impresionantes cuernas y jabalíes con colmillos y amoladeras impropios de nuestra tierra.
Comparativa con otras modalidades de caza
Rececho
El rececho es una modalidad de caza en la que el cazador rececha a la presa, teniendo en cuenta múltiples factores que le permitan acercarse hasta conseguir una distancia adecuada para disparar. A diferencia de la montería, el rececho implica una estrategia concreta y un gran conocimiento de la zona y las querencias de los animales.
Si quieres saber más sobre la caza a rececho te invito a que visites este artículo sobre la caza a rececho.
Espera
La espera, por otro lado, es una modalidad de caza en la que el cazador aguarda, generalmente durante el amanecer o el atardecer, esperando que el animal pase por una determinada zona ya sea en busca de comida, agua o sea una ruta habitual. Esta modalidad es una caza de paciencia, de conocimiento previo del terreno y de las querencias y costumbres de los animales.
Aspecto económico: ¿cuál es más rentable?
El factor económico es muy determinantes a la hora de elegir la modalidad de caza que queremos practicar. La montería suele ser por regla general, la opción más cara, porque los monteros suelen acuidar a más de una durante la temporada. Por su parte, el rececho tiene un coste intermedio, no es lo mismo contratar los servicios de una orgánica que implique transporte, guía y hospedaje a ser socio de un coto con precintos de una especie y practicar las veces que uno quiera la caza a rececho. La espera es normalmente la opción más asequible. Si se trata de esperas de jabalí, una jornada siempre es más económica que un rececho e igualmente una tarjeta de un coto para esperas siempre será más económica que un precinto de venado, muflón o corzo.
Por otra pare, hay que tener en cuenta que la montería puede ofrecer un mayor número de piezas abatidas, lo que puede compensar su coste si el objetivo es obtener más carne o trofeos. Por otro lado, el rececho y la espera brindan experiencias más solitarias y de paciencia. En muchas ocasiones la soledad en la naturaleza, el andar en el monte, el trabajo para acercarse a los animales o el propio conocimiento del terreno y querencias suelen ofrecer mayor satisfacción cuando se culmina un lance.
¿Conclusión? La elección depende de tus prioridades
La montería merece la pena si buscas una experiencia emocionante, con la posibilidad de abatir varias piezas en un solo día. Es la opción ideal para aquellos que disfrutan de la caza en grupo y de la tradición cinegética. Sin embargo, si prefieres una caza más selectiva y económica, modalidades como el rececho o la espera pueden ser más adecuadas.
Finalmente, es importante conocerse como cazador, saber cual el presupuesto disponible y las preferencias de caza. Sea cual sea la modalidad que elijas, la clave está en disfrutar del entorno natural, de la compañía y la amistad de otros cazadores y practicar siempre la caza de una manera ética, sin generar impactos negativos y siendo responsables de nuestros actos.